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Al igual que mi anterior álbum (Encerrado en mi Mente), “Trival Scar” también ha sido la suma de muchos años tras de sí. Años en los que hubo que esperar, en los que aún no era el momento... años, en los que ha viajado la reflexión, y que han sido testigos de la evolución involuntaria que da la vida.
La habitación que fue escenario de las primeras composiciones para este trabajo, ha pasado relevo a muchas otras habitaciones que tendrían que venir. Distintas ventanas y distintas vistas en distintas ciudades... Tampoco la mayoría de la gente que me rodea actualmente es la misma que habitaba esa vida de la que hablan las letras de las canciones que conforman esta obra.
Esto sólo me hace confirmar que el tribal que dibuja las cicatrices del tiempo en nuestra piel, se seguirá extendiendo sin detenerse a lo largo de nuestra existencia y, que como se suele decir, lo único permanente es el cambio.
Me he llegado a convertir en víctima de las propias críticas que hacen algunas de mis letras, las cuales parece que, congeladas en el tiempo, me miran por encima el hombro, riéndose de mí y reafirmándose a sí mismas.
Eso también es motivo de orgullo para mí en cierto modo, pues confirma que, con dieciocho años, mi contundente e inamovible pensamiento hacia muchas cosas, seguiría permanente con veintiocho, a pesar de que en otros aspectos aún encerrase inocencia y me quedaran muchas cosas por vivir.
He anisado mucho tener terminado este álbum. Antes incluso que mi trabajo musical anterior, “Trival Scar” tenía una identidad mucho más definida, siendo un proyecto en el que se reflejaba mi “yo” más oscuro y visceral. Podría decirse que si bien “Encerrado en mi mente” hablaba de la infancia y la pre-adolescencia, “Trival Scar” habla del despertar y el desgaste de la vida de alguien que ya comienza a ser adulto.
Líricamente también ha dado paso a letras más ácidas, provistas en algunos casos del humor de la sátira y el cinismo, sentimientos que se esbozaban en “Encerrado en mi mente”, siendo ahora más directo en algunas letras y resultando más ambiguo en otras; sin esa necesidad de hacer canciones de “7 minutazos”, he continuando con el desarrollo de mis pensamientos, pero prescindiendo de explicar o mascar absolutamente todo, dejando implícitas muchas ideas que, a buen entendedor pocas palabras le bastarán, o que cuanto menos sugieran a cada cual lo que sepa entender.
Como ya dijera una vez, aquí tenéis otro pedacito de mí, y me reconfortará saber que os haya llegado a dentro, como siempre a algunos más que a otros... pero que os haya llegado.
Gracias por leerme, gracias por escucharme.
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